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Nutrir el movimiento a través de tu alimentación

Hablar de nutrición para bailarines resulta complejo desde la doble posición que ocupo de dietista-nutricionista y bailarina. En mi caso, mi formación como dietista-nutricionista, después de finalizar mis estudios de danza me ha permitido observar -desde dicho contexto educativo- los hábitos alimentarios del bailarín en formación, las creencias de profesores y alumnos sobre ellos y, posteriormente, reflexionar, mientras me formaba y adquiría experiencia como profesional de la salud. Esto siempre hacía que me plantease como equilibrar los niveles de exigencia de los bailarines e intentar ser constante tanto si hay periodos de mucho entrenamiento y trabajo como si no los hay. Los bailarines somos una mezcla de artistas y atletas con una particular morfofisiología y estilo de vida, y es aquí, en nuestro estilo de vida, donde entra en juego el papel de la nutrición, que va a ayudarnos a mantener un buen estado de salud y una mejora en el rendimiento físico. Las largas horas de ensayo y de entrenamiento de la técnica que pasa el bailarín durante su etapa de formación hacen que éste necesite nutrientes de calidad, buena hidratación, desconexión y descanso. En estas líneas trataré de reflexionar sobre el tema a partir de preguntas clave que nos permitan aclarar malentendidos y tomar conciencia sobre el tema.

No es una cuestión baladí comenzar, en primer lugar, tratando de responder a la pregunta ¿Qué significa estar nutrido? la alimentación es la manera de proporcionar al organismo las sustancias esenciales para el mantenimiento de la vida. Es un proceso voluntario y consciente por el que se elige un alimento determinado y se come. A partir de este momento empieza la nutrición, es decir, el conjunto de procesos por los que el organismo transforma y utiliza las sustancias nutritivas que contienen los alimentos ingeridos. No hay que olvidar la máxima de “Somos lo que comemos, y en función de lo que comemos hoy, seremos en el futuro”. Dichas palabras nos llevan a pensar que de la misma manera que un bailarín a medida que mejora su técnica, su perfeccionamiento e integración del movimiento en su cuerpo se hace más fuerte. Los cambios y mejoras en su alimentación van a ayudarle a tener más energía, a retrasar la fatiga y mejorar su recuperación. Pero tendríamos que ir un poco más allá y preguntarnos: ¿Por qué nos cansamos con la actividad física? una clase de técnica de danza suele durar aproximadamente 2 horas, a veces más con pequeños breaks para continuar con la jornada y a veces 1 hora si es antes de una actuación. Si previamente no nos nutrimos e hidratamos bien nos estaremos alejando de conseguir esa mejora en el rendimiento físico y a menudo tendremos la sensación de no estar avanzado en nuestra danza, sea el estilo que sea.

Por ende, como decíamos en el párrafo anterior, una buena alimentación retrasa la fatiga. Si aprendes a nutrirte y a tener la experiencia de qué es lo que más se adapta a tí, te llenarás de energía suficiente para que tu cuerpo responda más ágil y rápido. Tu cuerpo estará disponible y relajado para el esfuerzo que requiere la práctica de la danza, y además tendrá mayor facilidad de movimiento. Y, de este modo, no sólo retrasarás la fatiga sino que tu rendimiento físico y mental aumentará.

En segundo lugar, dos aspectos que pueden ayudarte para una correcta alimentación dentro del ámbito de la danza son la prevención y la constancia. De hecho, los errores en la alimentación pueden condicionar tu salud y dar al traste con años de entrenamiento y sacrificio, por ejemplo, en una lesión. Mi experiencia es que la constancia tanto en la nutrición como en la práctica de la danza es clave para mantenerse estable, disponible y en un buen estado de salud. Estos dos aspectos te ayudarán a tomar conciencia de tus hábitos y a prevenir y a mejorar tu alimentación en caso de que tengas los siguientes síntomas: dolores abdominales, malas digestiones, falta de energía, regurgitación, falta de tono muscular, etc. No esperes a que estos síntomas desaparezcan por sí solos, ya que te estarás engañando a ti mismo, impidiéndote disfrutar de una buena calidad de vida como profesional de la danza. Mi propuesta como bailarina-nutricionista es que comiences primero tomando conciencia sobre cómo te relacionas con tu cuerpo, es decir, qué tipo de alimentos le das, cómo lo cuidas, cómo te sientes, etc. y adquirir una actitud en la que siempre estés mejorando y en la que sientas que avanzas y que, en momentos de presión seas capaz de mantener la calma y tu centro.

Soy consciente de que los profesionales de la danza sienten una inmensa presión para mantenerse en forma. Así que, una educación nutricional adecuada y adaptada para ellos puede convertirse en un entrenamiento más fuerte para afrontar lo que venga, ya que la danza no es solo entrenamiento, aptitudes y talento, sino que es un compendio de todo.

Raquel Santacruz

dietista-nutricionista

Colegiada MU00171

http://nutricionsantacruz.com/

 

 

 

 

 

 

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